La Iglesia Adventista del Séptimo Día celebra este 21 de mayo su 150 aniversario.

Sus orígenes pueden rastrearse a partir del Movimiento Millerista de la década de 1840. El movimiento Millerista recibe su nombre de William Miller.

Miller comenzó a estudiar la Biblia, utilizando una concordancia cómo su única ayuda de estudio. A través de su conocimiento de la historia, se dio cuenta que los eventos descritos en el libro de Daniel capítulos 2 y 7 correspondían a eventos históricos. Interpretó la profecía de «los 2300 días» de Daniel 8:14 concluyendo que la segunda venida de Cristo ocurriría en o antes del 22 de octubre de 1844. Como Cristo no regresó en esa fecha, el episodio se llegó a conocer como «el Gran Chasco».

Un pequeño grupo de Milleristas creía que sus cálculos habían sido correctos, pero que su comprensión de la purificación del santuario era equivocada, y comenzaron a enseñar que otra cosa había sucedido en 1844. Este grupo fue el que se constituyó más tarde en la Iglesia Adventsita del Séptimo Día. 

De acuerdo a la enseñanza de los Adventistas, el retorno de Cristo puede ocurrir muy pronto, aunque existe la determinación de nunca fijar fechas para su retorno, en armonía con el Evangelio según San Mateo, que dice, «el día y la hora nadie sabe» (Mateo 24:36).

Si bien los orígenes se remontan al movimiento millerita, y muchos cifran el origen el 22 de octubre de 1844, la Iglesia Adventista del Séptimo Día se organizó oficialmente el 21 de mayo de 1863 contando con unos 3.500 miembros organizados en 125 iglesias o grupos.

Entre sus fundadores se destaca Ellen G. White, cuya extensa obra sigue siendo respetada actualmente por los adventistas.

Gran parte de la teología de la Iglesia Adventista corresponde a las enseñanzas evangélicas, tales como la de la Deidad (Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo), el estado inconsciente de los muertos y la doctrina de un «juicio investigador». La iglesia es también conocida por su énfasis en la alimentación, la salud y el respeto por los animales6 que es la ordenada por Dios desde el principio de la creación (Génesis 1:29), sus doctrinas las cuales están completamente basadas en la Biblia, su promoción de la libertad religiosa, y sus principios y estilo de vida que los diferencia.

Con el lema “Unidos para la Misión” traducido a la mayoría de idiomas del mundo, la denominación celebra el 150 aniversario subrayando el marcado carácter de servicio y compromiso social que tiene la Iglesia Adventista.

150 años de Adventismo

La Iglesia Adventista cuenta con más de 18.000.000 de miembros, y está presente en 208 países del mundo de los 232 países reconocidos por la ONU, con más de 140.000 iglesias donde se reúnen cada semana.

La Iglesia Adventista hace énfasis en la educación como derecho fundamental. Por ello, cuenta con un sistema educativo que en este momento beneficia a más de 1.750.000 alumnos en todo el mundo en 7.771 instituciones educativas y 112 universidades.

La Iglesia Adventista también promueve la salud como parte de su misión y servicio. Por ello, se dedica a ayudar a las personas a través de sus 589 instituciones y hospitales dedicados a esta labor. También promueve una alimentación saludable y muestra de ello son sus 20 fábricas de alimentos saludables en todo el mundo.

La literatura es un medio importante para esta denominación. Puesto que la página impresa lleva mensajes de esperanza, educación y formación para tener buena salud, la Iglesia Adventista cuenta con 62 casas editoras.

El compromiso social se canaliza a través de la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales, ADRA, a través de la cual trabaja con proyectos de ayuda al desarrollo en más de 120 países.

El objetivo de todo este esfuerzo es compartir un mensaje de fe, de esperanza y de salvación, haciéndolo en 927 lenguas diferentes.